Pequeño pensativo

Sintiendo con miedo la severidad en aquellas palabras, veo las lágrimas caer por su rostro, oigo el latir del corazón moribundo y escucho la voz desangrada de dolor. Sus ideas cambiaron repentinamente de cabeza y lo que fue, hasta esa mañana cálida, ya nunca regresará. Pequeño pensativo, siempre escondía su sonrisa. Vacilando entre sentimientos de hambre y dolor. Pero el día había llegado y la hora era la indicada. No dudo en acabar con las sombras oscuras que lo rodeaban. Silenció aquellas últimas palabras de severidad. Así, acabó con su futuro...