Una historia norteamericana
Se levanta de la siesta, ajusta sus tiradores, se acomoda el sombrero de paja, sale a la puerta, toma su escopeta y dispara...
El cuerpo de una palomita cae, pesado.
Al tiempo, se desploma el segundo.
Oye el aleteo del resto y exclama:
"Fuckin' pigeons!"
Vuelve a su siesta habitual cerca del río Mississippi.
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